Palabras de Buda

Palabras de Buda

sábado, 5 de enero de 2013

La 2a guerra mundial: derrota aplastante (Cap. 2)


En este segundo capítulo retratan la manera como Francia fue conquistada por Alemania lo que en buena medida se debe a que funcionó el “Señuelo” nazi que consistía en hacer creer a los franceses que atacarían por las llanura belga, cuando en verdad atacaron por el bosque de las Ardenas. Como es de esperarse, los franceses, bastante adentrados en territorio belga no pudieron hacer mucha resistencia a las fuerzas armadas nazis. (Desde luego Holanda, Bélgica y Luxemburgo fueron también sometidos por Alemania. Entre otras cosas, el puerto de Rotterdam, tal como le pasó a Varsovia, fue víctima de indiscriminados bombardeos)

Posteriormente, relatan como los alemanes deciden marchar hacia el norte de Francia -posicionándose para invadir Gran Bretaña-  e inexplicablemente no hicieron lo suficiente para impedir que al menos 300.000 soldados de las fuerzas franco-británicas crucen el canal de la mancha con destino a Inglaterra.
Luego de esto, destacan, la caída de París (Junio de 1940) y como simbólicamente Hitler hace que el mando francés firme su rendición ante Alemania en el mismo vagón donde años atrás los alemanes firmaron el armisticio que puso coto a la primera guerra mundial. De igual modo, resaltan la decisión de Hitler de permitir que una parte de Francia conserve su “soberanía” en cabeza del general Petain -aunque sometida al control nazi- (Medida tomada con el fin de ahorrar tropas). Esta decisión del mando francés provoca que Gran Bretaña rompa relaciones con la Francia de Vichy.

En la última parte, muestran los ataques alemanes al sur de Gran Bretaña (a partir de julio de 1940, las  medidas de aseguramiento tomadas por el gobierno inglés que encabeza Wiston Churchill para contener la ofensiva nazi y el ejemplar comportamiento de la mayoría de ciudadanos ingleses que siguieron al pie de la letra las instrucciones dadas.  El capítulo culmina, relatando que  Hitler determina posponer la invasión a Inglaterra, aunque ordenó bombardear por las noches sus ciudades al sur, con la fe puesta en que eso  haría que los ingleses se rindan. Y ordena una nueva misión a la Wehrmacht: invadir Rusia…



No hay comentarios:

Publicar un comentario