Palabras de Buda

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sábado, 5 de enero de 2013

La 2a guerra mundial: Conmoción (Cap. 3)


En este tercer capítulo está enfocado en la campaña alemana sobre territorio ruso. En la primera parte, explican que en los primeros meses de 1941, la preocupación por el rearme estadounidense (el alto mando alemán calcula que en alrededor de un año los norteamericanos ingresarán a la guerra) y la necesidad de obtener más materias primas alientan a Hitler a invadir Rusia (Además de que el oriente de Europa será parte del denominado “espacio vital” del III reich).

No obstante, Hitler retarda la invasión por brindarle apoyo militar a su aliado Italia en la conquista del sur de los Balcanes y del norte de África. Finalmente el 22 de junio de 1941, comienza la ambiciosa misión de conquistar Rusia mediante una triple ofensiva:

a.   Norte: conquista de Leningrado
b.   Centro: conquista de Moscú
c.   Sur: conquista de Kiev

En el norte, deciden sitiar la ciudad y atacarla solo con artillería y provocar una hambruna que diluya con el paso de los meses la resistencia del ejército ruso y la población.

En el centro, tienen varios contratiempos. El primero de ellos es el otoño ruso acompañado de lluvias, que sumado a la ausencia de carreteras hace que el terreno sea de muy difícil tránsito (Cuando e promedio debían avanzan unos 30 km diarios solo conseguían hacerlo 8 km). A pesar de esto, los alemanes avanzan y logran capturar divisiones enteras  rusas. Stalin, consciente de ello, ordena “mudar” las fabricas a los montes Urales y emprender la estrategia de “tierra quemada” (para evitar que los alemanes obtengan provisiones).

Luego de ello, retratan las discrepancias en el alto mando del gobierno nazi, en torno a que hacer, dados los contratiempos y la dificultad que entrañaba someter a tan vasto territorio. Algunos generales opinan que deben enfocarse en la conquista de Moscú inicialmente. Pero Hitler, ordena un despliegue militar en dirección de Kiev (En busca de trigo). En septiembre de 1941, logran hacerse con el control de Ucrania, donde una buena parte de la población les recibía como héroes. Pero, el trabajo forzado a gran escala de los ucranianos y las masacres de judíos y opositores, pronto les hacen cambiar de parecer. (En esta parte describen el Holocausto por balas).

En la última parte, explican que el retraso en el avance hacia Moscú (que se reanuda en octubre de 1941), genera un alto costo para los alemanes. Pues, sumado a las dificultades vividas por las lluvias de otoño, la llegada de un temprano frente frío en noviembre, provocará que las temperaturas desciendan hasta -40° y el ejército nazi no está lo suficientemente equipado para un “áspero” invierno…

Por si fuera poco, el alto mando ruso, puede contar con parte de las tropas que estaban asentadas en la Siberia (dado que los espías informan que Japón no les piensa atacar). No está demás decir, que estos combatientes si están bien equipados y acostumbrados al crudo invierno  de estas latitudes. Así las cosas, el 5 de diciembre de 1941, se selló la primera gran derrota alemana.

Hitler ordena a sus tropas diezmadas retroceder 200 km, al tiempo que culpa a los generales de la derrota (se deshace de 35 de ellos). Los rusos han salvado Moscú, pero aún hay muchos soldados alemanes en territorio soviético...




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