El 4o capítulo,
empieza reseñando la impresionante
expansión territorial que ha conseguido desde el inicio de la guerra el imperio
japonés (Oriente de China, Indochina, Malasia, Birmania, Singapur y Filipinas),
incluyendo el ataque a la flota de Estados Unidos en Pearl Harbor en diciembre
de 1941 y la salida del mando estadounidense de Filipinas (marzo de 1942).
Al cabo de esto, dan
cuenta de los primeros bombardeos de los aliados sobre ciudades alemanas, el
inicio de de la “solución final” por parte del régimen nazi en los países
ocupados y la lucha de las “fuerzas libres francesas” de De Gaulle junto a los
británicos en el norte de África en pos
de contrarrestar los avances del eje.
Minutos después, muestran
las extremas medidas que se tomaron en Estados Unidos contra la población
japonesa –o de ascendencia nipona- especialmente en California y el denodado
esfuerzo laboral de al menos 5 millones de mujeres en la industria armamentista
nacional.
Tras lo anterior, retoman
el escenario del pacífico. Inicialmente, reseñan el ataque de la aviación
estadounidense a Tokio en abril de 1942 y el desarrollo de las batallas de Midway en junio de 1942 -1ª gran
derrota nipona, debida en buena parte al desciframiento de su código militar secreto
por los norteamericanos- y del Guadalcanal
a partir de agosto del mismo año (al oriente de Nueva Guinea) y en la que se
darán cruentos enfrentamientos a lo largo de varios meses
Por último, reanudan la
confrontación en el frente oriental para retratar el nuevo –y ambicioso- plan
alemán desde verano de 1942: llegar al Cáucaso en busca de petróleo, al medio
oriente (a esta última con las tropas
asentadas en el norte africano) y apoderarse de la industrializada ciudad de
Stalingrado. A mediados de octubre, los alemanes logran posicionarse en la “ciudad
de Stalin” pero aún debieron enfrentar focos de resistencia rusa…
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