Por Jorge Burgos García
23-12-09
Hace un par de años escribí acerca de los elementos que explican la inmensa popularidad del presidente Uribe entre el común de los colombianos, ya desde entonces soplaban vientos de una eventual 2ª reelección. Hoy en el epílogo del 2009, la nación entera permanece expectante en torno al viento transformado en huracán de lo que Uribe mismo ha denominado como su encrucijada en el alma: el dilema que enfrenta entre sus aspiraciones personales y los lindes establecidos en la Democracia para preservarse ante cualquier intento de autocracia.
En este sentido, el debate es en torno a si un presidente tiene o no derecho a aspirar a un tercer mandato consecutivo. En el caso colombiano en específico, no se puede centrar en torno al balance de su gestión, que innegablemente ha alcanzado importantes logros, a la luz de las cifras, en materia de seguridad, inversión extranjera y crecimiento económico. Aunque con un enorme -y contradictorio- bache en lo social: una tasa de desempleo que sigue superando de manera preocupante e incesante el 10% y una de subempleo que alcanza al menos, según la opinión generalizada entre los expertos, la mitad de la población habilitada para trabajar.
Incluso podría hacerse caso omiso, de la serie de vicios que ha señalado la oposición alrededor del trámite que ha tenido el referendo reeleccionista, que van desde su inexplicable financiación que supera de lejos los topes establecidos por la ley, pasando por la mal formulada la pregunta del referendo (¡algo literalmente increíble!), hasta la indecorosa forma como los ministros de Interior y protección social reconvenían a representantes a la cámara en diciembre pasado para que votaran a favor de la iniciativa popular. En fin, toda una serie de malabares y piruetas a las que ha tenido que recurrir la élite del Uribismo que dan al traste con los valores que el presidente invoca.
Pero insisto, más allá de los notables logros de su administración, más allá de los puntos flacos de su gestión y aún soslayando las múltiples inconsistencias que se le han señalado al proyecto de referendo, la discusión se centra realmente en si una segunda reelección consecutiva fortalece o no las bases de una sociedad democrática.
La respuesta sin ningún tipo de rodeos es no. No se robustece la democracia en una nación porque la permanencia en el poder de un mandatario por más de 2 periodos consecutivos –aquí en Colombia y en cualquier otra latitud- socava ostensiblemente (en demasía) el sistema de pesos y contrapesos y el equilibrio de poderes que son los que hacen factible el andamiaje de una legítima Democracia. Y lo socava porque el sistema democrático tiene como fundamento limitar la influencia del ejecutivo sobre las otras ramas del poder y los organismos de control. Por citar solo un ejemplo: Un presidente cualquiera, gobierna durante gran parte de su mandato con funcionarios nombrados por su antecesor. Ahora, cuando el mismo presidente puede estar en el poder hasta por 8 años (y ni hablar si se alarga a 12), la relación se altera: gobierna casi todo el tiempo con Procurador, Fiscal y Defensor del pueblo nombrados bajo su influencia. (Órganos que en una Democracia hacen las veces de contrapeso). A lo que hay que añadir que los magistrados de la corte constitucional son elegidos por el senado, por un periodo individual de 8 años, de ternas enviadas por el presidente (En un congreso como el de Colombia dominado por el Uribismo)
Y lo anterior es de conocimiento universal, son las reglas del sistema, no la inventó la oposición colombiana. No es por ello casualidad que presidentes y personalidades internacionales de maneras, unas veces sutil y otras abiertas, han mostrado su desacuerdo con la iniciativa uribista como Barack Obama, Hillary Clinton, Javier Solana, Lula da Silva y Michelle Bachelet. Recuérdese la forma como Obama se limitó a decir simplemente que en su país eso no se hace, que 8 años en Estados Unidos eran suficientes. A diferencia de éste, la flamante presidenta de Chile, con tan alta popularidad como Uribe, fue más directa y expresó sin ambages que no es "elegante" reelegirse cuando uno está en el poder.
Y hay más, los diarios y revistas más importantes del mundo también se muestran opuestos a los designios del Uribismo, a pesar que destacan sus notorios logros como gobernante: El New York Times, la revista The Economist, el Washington Post, el Wall Street Journal, el Financial Times, Le Monde, y El País de España. Sin mencionar que la mayoría analistas políticos y económicos en Colombia de igual modo rechazan esa posibilidad. Lo cual debe suscitar una pregunta en la ciudadanía: ¿hay una conspiración nacional e internacional en contra de Uribe? O será que en este caso la mayoría de intelectuales está en lo cierto…¿Un tercer periodo consecutivo de Uribe en vez de fortalecer debilitaría nuestra Democracia? (Obviamente una respuesta afirmativa a la primera sería tan demencial que solo cabría comparación con el pensamiento del presidente Chávez. La respuesta a la segunda la debe buscar cada quien por su cuenta...)
Hace varios meses, el prestigioso historiador mexicano Enrique Krauze –quien abiertamente dice que odia a los dictadores- estuvo en Colombia promocionando su nuevo libro, El poder y el delirio, una crítica severa al despótico gobierno de Hugo Chávez y le concedió una entrevista al programa La noche de RCN en la cual al ser consultado por las aspiraciones de Uribe expresó
Yo tengo una muy buena opinión de Uribe…yo creo que es altamente desaconsejable no sólo porque nos quita argumentos a los demócratas frente a Chávez y es desaconsejable porque la reelección empobrece a la sociedad donde se da…es como admitir de antemano que no hay en las generaciones nuevas líderes que puedan ocupar su lugar…en la naturaleza misma de la democracia está el poner límites al poder personal y esto es desde la fundación misma de la Democracia…que quede claro que tengo la mayor admiración por Uribe, por su estilo…no hay que mandar la señal de que hay un hombre salvador, porque digamos, es esencialmente algo contrario a la Democracia.
(Puede verse la declaración de Krauze en http://www.youtube.com/watch?v=AsDnEvw5Yf8&NR=1)
En este mismo sentido, el afamado escritor peruano Mario Vargas Llosa –calificado como Krauze de ser un pensador de derecha- en marzo estuvo también en Colombia y mostró su posición en torno a este debate:
Pienso que él ha realizado un magnifico papel… un gobernante sube con unas reglas claras de juego, después no puede cambiarlas en su propio beneficio. Eso es antidemocrático, socava las bases de la democracia. Yo creo que si el presidente Uribe se lanza de nuevo la democracia colombiana se va a empobrecer…En este sentido hay un principio fundamental de la democracia: no hay seres fundamentales, un gobernante puede ser extraordinario pero no es indispensable. En el momento en que el pueblo comienza a creer en líderes indispensables la democracia entra a terrenos peligrosos.
(Puede verse la nota completa en http://www.elespectador.com/impreso/cultura/articuloimpreso142678-si-uribe-se-lanza-democracia-colombiana-se-va-empobrecer)
En cuanto a la pregunta que lleva por título este artículo, en verdad no lo creo, no tiene tal encrucijada, el presidente Uribe simple y llanamente juega a no comprometerse mientras no esté seguro que pueda presentarse; y sabe bien que una serie de obstáculos legales, tanto de carácter cronológico como constitucionales, pueden hacer que eso no ocurra hasta marzo de 2010. Inobjetablemente, su astucia e inteligencia siguen siendo dignas de admiración.
Entraremos al 2010, con la atención fijada en la corte constitucional, que decidirá si el referendo reeleccionista podrá llevarse a cabo o no. Y existe desde luego, la posibilidad -aunque muchos creen que la corte declarará inexequible el proyecto- que se dé luz verde al referendo reeleccionista y con ello se abriría paso a una segunda reelección. Con ello tendremos una apariencia de democracia, pero sólo eso… una apariencia.
Por último, es supremamente interesante para el debate recordar –por su carácter conciso y a la vez concluyente- la declaración dada por el periodista, escritor y disidente cubano Carlos Alberto Montaner, quien en entrevista al canal NTN 24 manifestó hace varios meses que Uribe es un extraordinario político a punto de cometer un grave error si busca la reelección presidencial.
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